Hace unas semanas llegaba el “boletín” de mis hijas del jardín. El formato de cómo se calificaba me hizo reflexionar sobre la importancia de saber y de hacer saber que se puede seguir mejorando.
Para cada concepto, había dos columnas: “Logrado” y “Aún no”. ¡Cuánto dice ese simple “Aún no”! No es “No logrado”, es algo que te dice que aún estás en proceso y que ya lo lograrás.
También te hace saber que tienen confianza en ti, y que en algún momento lo vas a lograr.
Luego de detenerme en ese lindo detalle, recordé una situación en la que sentí el poder o la magia de saber que se puede mejorar, de saber que tiene que haber una mejor manera de hacer las cosas. Esto fue hace años en un curso de Scrum Master que hice con los amigos de Peregrinus, en donde se planteaba una dinámica (tipo juego), la cual consistía en que en un equipo de 6 personas pasáramos la mayor cantidad de pelotas posibles desde un canasto a una bolsa.
Como restricción, todos los integrantes del equipo debíamos tocar la pelota antes de guardarla en la bolsa y teníamos 1 minuto de tiempo.
Iríamos a tener 3 sprints para poder hacer mejoras entre cada uno.
Pensamos la estrategia, nos organizamos, nos pusimos todos en ronda y comenzamos a pasar cada pelota de mano en mano a toda velocidad hasta que llegaba a la bolsa.
En el 1 er minuto anotamos 18 pelotas.
En el segundo sprint hicimos ajustes y anotamos 25 pelotas.
En este punto, vino Pato (Gabriel Montero) y nos dijo que el equipo del último curso había logrado anotar 110 pelotas en 1 minuto. Esto claramente nos cambió la perspectiva, si no nos decía esto quizás hacíamos un ajuste menor y lográbamos anotar 30 pelotas aprox. Pero esto nos estaba dando información de que tenía que existir otra manera, otra estrategia, o que no estábamos explotando las reglas del juego al máximo.
Apenas teníamos unos segundos para ponernos de acuerdo en la nueva estrategia y definimos que todos los miembros tocáramos la pelota a la vez antes de ser depositada en la bolsa. No se si fue el cambio más inteligente, pero seguro cambió de manera importante el cómo lo estábamos haciendo.
Con este cambio creo que llegamos a anotar 60 pelotas. No, no llegamos ni cerca de 110 pero igual fue una mejora sustancial de más del 100%. Lo más cómico es que luego Pato confesó que ese dato no era real (LOL). Pero fíjense en cómo el haber sabido que se podía mejorar nos empujó a pensar la estrategia de otra manera y tener una performance mucho mejor.
Este espíritu de siempre pensar que lo podemos hacer mejor nos acompaña día a día en BigCheese. No es por inconformistas, no es por obsesivos, es porque si bien llevamos logradas muchas cosas, siempre hay espacio para el “aún no logrado” y aplicar nuestra creatividad para mejorarlo.
“When you have exhausted all possibilities, remember this: you haven’t”
Thomas Edison.